EFEMÉRIDES FLAMENCAS

Se cumplen cincuenta y tres años desde que marchó para el Parnaso flamenco el cantaor BERNARDO DE LOS LOBITOS, sin duda el mejor artista que ha dado Alcalá de Guadaíra, con permiso, y sin permiso también, del gran Joaquín el de la Paula.

Lo hizo apenas cuatro días después que la Niña, la de los Peines. Ambos, ella y Bernardo, que en realidad se llamaba Pedro, recibieron del pueblo sus respectivos remoquetes artísticos, y los llevaron con más paciencia que orgullo hasta el final de sus días. Pastora, por unos tanguillos que la encumbraron siendo una Niña, y que siempre se negó a repetir. Bernardo, gracias a unas bulerías que volvió a grabar pocos días antes de morir.

Hoy tenemos el deber de recordar a este grandísimo cantaor, cuya memoria yace enterrada entre la desidia y el descuido de la afición y de las instituciones del flamenco.

Se llamaba Pedro José Bernardo Álvarez Pérez, y se despidió de la vida a los ochenta y dos años, en Madrid, en la calle Amparo, dejándonos una maravillosa discografía.