El Día Internacional del Flamenco, celebrando la gran mentira

Puestos a escoger entre las efemérides, se podría haber elegido entre un ramillete de fechas mucho más significativas.

Una de las mentiras más torticeras que le han metido jamás a la afición al arte jondo fue la declaración del flamenco en 2010, por parte de la UNESCO, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. No, no me pongas esos ojitos, que yo también me he asustao.

A ver si tengo unos minutos y consigo desarrollar el tema, que tiene bastante miga. Será próximamente, si el tiempo no lo impide, en PlusFlamenco, A clavito y canela.

Entretanto, me permito expresar sin acritud mi desafecto por la elección del 16 de noviembre, fecha de la susodicha declaración, como Día del Flamenco en Andalucía, en un primer momento, y Día Internacional del Flamenco, después.

Puestos a escoger entre las efemérides, y dado que nadie pone en duda la importancia de tal celebración para todo el tejido productivo del flamenco de nuestra tierra, se podría haber elegido entre un ramillete de fechas mucho más significativas. A saber:

El 26 de noviembre, fecha de defunción de La Niña de los Peines, aceptada por aclamación como la mejor cantaora de la historia.

El 4 de diciembre, cuando conmemoramos el nacimiento de Manuel Torre y las pérdidas de Ignacio Ezpeleta, Tomás Rubichi el Viejo y Pepe Marchena.

O el 2 de julio, día en que coinciden los fallecimientos de Tomás Pavón, Antonio el Arenero, Paco Toronjo y Camarón de la Isla.

Cualquiera de ella, y muchas otras posibles que se puedan proponer. Todas, salvo la que señala en el calendario a la espada de Damocles que pende sobre el flamenco clásico y tradicional. Ése que la Junta de Andalucía está obligada, por el Estatuto Andaluz, a proteger como manifestación cultural digna de ser conservada y transmitida a las generaciones venideras.

4 comentarios

  1. Andrés Raya

    Ya sabes que cuando la Unesco dijo que el Flamenco era
    Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
    yo publiqué a los cuatro vientos que había sido nombrado como
    Patrimonio Noséqué Noséqué de la Nosécuánto,
    es decir me lo tomé, como se dice en Córdoba, «a cachondeo». Y en esas sigo.
    Saludos.

    • Luis Pérez

      Lo sé, amigo. Tú lo viste venir. La mayoría, entre los que me incluyo, no. Recibimos la noticia con la mayor de las ilusiones. Qué tramposos fueron.

      Saludos,

      Luis Pérez

  2. Ángel Martinez

    Luis: estoy de acuerdo con casi todas las opiniones que expresas, pero me da la impresión de que, aparte de tu gran amor al flamenco y tus más que reconocidos conomientos,, hablas “un pelícano e cátedra.
    Yo también he echado los dientes oyendo flamenco y tengo la dicha de haber frecuentao el bajo del Bar Pinto, en Sevilla y escuchao a los mejores cantaores de aquella época haciéndolo “a gustito”.
    No voy a cometer el sacrilegio de menospreciar a Pastora ,pero no estoy de acuerdo en lo que sea considerada “la mejor cantaora de todos los tiempos”. Naturalmente,es cuestión de gustos.
    Tampoco lo estoy en que incluyas como un fenómeno a Pepe Marchena (¿también Juanito Valderrama?)
    En mi humilde opinión, fenómenos son D. Antonio Mairena y Fosforito que dominaban todos los palos. Voy a cumplir 85 años y nunca dejaré de agradecerle a estos dos maestros, el que me abrieran los oídos a esta música celestial que es el flamenco.
    Pero mucho me temo, Luis, que lo mismo que fue aceptada la pintura abstracta, el veneno que están inoculando Rosalía, el niño de Elche, los Carmona, Kiko Veneno y un largo etc..
    tarde o más temprano dará sus frutos.
    P/D. ¿Cuánto daño ha hecho ya al flamenco la tal Rosalía?
    Saludos cordiales y sigue con tu obra

    • Luis Pérez

      Querido Ángel:

      Ante todo te agradezco tus palabras de cumplido, así como estés ahí, al otro lado, pues es lo que me impulsa a seguir escribiendo desde esta orilla.

      No pretendo sentar cátedra cuando expreso mis gustos. Al fin y al cabo, de esto se trata cuando hablamos de cante. Yo expreso mis gustos, y tú los tuyos. Yo me reitero, tú también, y al final disfrutaremos de lo que nos une, que seguro que es mucho.

      Por cierto, de ese niño y esa Rosita que mencionas no tengo ni idea. Un abrazo.

      Luis Pérez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *