Mes: diciembre 2022 (Página 1 de 2)

Siete años sin Agujetas de Jerez

EFEMÉRIDES FLAMENCAS

Hoy Día de Navidad se cumplen siete años de la marcha de Manuel de los Santos Pastor AGUJETAS DE JEREZ. Cantaor tan controvertido y rebelde, que fue a morirse un día tan señalaíto solo por dar por saco a los flamencólicos y a los sepultureros.

Cinco generaciones de cantaores y cantaoras conforman su estirpe desde la época de sus bisabuelos, de El Puerto de Santa María y Arcos de la Frontera, hasta acabar con sus huesos en la tierra blanca de Rota, desde su indocumentada cuna en la calle Acebuche jerezana. En sus hijos y nietos yace una herencia que nos recuerda mínimamente a lo que significó.

Con él se cerró una época de cantaores primitivos cuya relación con el cante era una metonimia en sí misma. Manuel Agujetas no cantaba, sino que él era el mismo cante. Vivió siempre como quiso y cantó como nadie, único en todo… para bien y para mal él… era… el Agujetas.

Enrique Morente, vuelve siempre por Navidad

EFEMÉRIDES FLAMENCAS

Por cierto, que un veinticinco de diciembre del año 1942 nació en Granada el grandísimo cantaor don Enrique Morente Cotelo, ENRIQUE MORENTE para la historia del cante flamenco. Es lo que tiene nacer el Día de Navidad, que tu cumpleaños suele pasar desapercibido entre turrón y turrón. Lo cual no era cosa que pudiese quitar el sueño al genio del Albaicín.

Como todo genio creador, su figura no dejó nunca a nadie indiferente. En vida, no rehuyó nunca la polémica para defender su verdad.

Tras su muerte, y misteriosamente, aparecieron de entre las piedras infinidad de admiradores que nunca habían roto una lanza por él. Hoy hubiera cumplido ochenta años. Coño, qué prisa tuviste por marcharte, maestro.

Doce años sin Enrique Morente

EFÉMERIDES FLAMENCAS

Foto: Revista La Flamenca

Doce años ya sin el maestro Enrique Morente. Don Enrique Morente Cotelo, que así se llamaba el genio del Albaicín, nos dejó helados a todos aquella tarde del trece de noviembre de 2010. A las cinco de la tarde. Sobre las cinco de la tarde. Poco después de las cinco de la tarde. En aquella hora lorquiana. Hasta en eso tuvo arte. Hasta en eso fue de Granada.

El ortodoxo más heterodoxo

Nunca cantó a gusto de todos. Dejó para la historia una auténtica antología del cante flamenco, a la que muy pocos artistas de la historia pueden hacer sombra. Su Homenaje a don Antonio Chacón fue mi disco de cabecera durante años. El mío, y el de innumerables cantaores y cantaoras que han conocido la obra del Papa del Cante a través del granaíno.

Su carácter inquieto y rebelde le abocó a la búsqueda de nuevas formas dentro y fuera del flamenco, por lo cual fue duramente criticado en su tiempo. Tras su muerte, esas críticas se han dulcificado, seguramente, por injustas. Solo quien tiene el conocimiento y la capacidad tiene derecho a tomar ese riesgo. Y siempre, siempre, para engrandecer lo que ya hay hecho. A partir de él, hay un nuevo lenguaje para pronunciar el cante. Ése es parte de su legado: cantar por Morente.

Por contra, y por las mismas razones que su amigo y rival Camarón de la Isla, la figura enorme de Enrique deja a cada paso una legión de imitadores mediocres que invocan su majestad para dedicarse ellos mismos a juguetear y manosear el barro sagrado. Inevitable, por otra parte.

Todos los días nos acordamos de él. Pero hoy queremos hacerlo en público.

Tío Borrico, el cante por lo gitano

EFEMÉRIDES FLAMENCAS

Foto: P. Carabante / Los caminos del cante

El doce de diciembre de 1983 cerraba sus ojos y el candado de su negra voz el inolvidable cantaor Tío Borrico de Jerez. Gregorio Fernández Vargas había nacido setenta y tres años antes en el flamenco barrio de Santiago de Jerez de la Frontera.

El apellido Fernández lo sitúa directamente en el tronco sagrado de los Rincones, que integra, entre otras, a las impresionantes sagas de los Parrilla, Borricos, Terremotos, Sernas. Todos ellos fueron criando los cantes gitanos de Jerez desde la calle Marqués de Cádiz hasta Cantarería, pasando siempre por la calle Nueva.

Por línea materna, corrían los manantiales lebrijanos de los Vargas, Monge, Valencia, Soto, que unían sus aguas en la marisma a los Carrasco y a los Peña de su abuela paterna. Ni los apellidos ni los genes son determinantes a la hora de recibir el don del cante jondo, pero cuando se da el caso es menester decirlo.

Tío Borrico de Jerez era la personificación del alma pura. Su cante primitivo, y a la vez espontáneo y creativo, es un reflejo de aquel hombre bueno al que todos los que lo trataron querían a rabiar. Hoy nos acordamos de él, a un año de celebrar los cuarenta años de su falta.

Juanito Villar, Grande de Cádiz

EFEMERIDES FLAMENCAS

DICIEMBRE FLAMENCO

Hoy cumple años Juan Magno, don Juan el Grande. JUANITO VILLAR, qué poco le pega ese diminutivo a ese gigante del cante.

Abril es el mes más cruel, decía el gran poeta norteamericano T.S. Eliot, antes de nacionalizarse británico. Yo te digo, prima, sin necesidad de hallar una Tierra Baldía donde expresarme, ni de pasar por un registro para sentirme gaditano, que diciembre es el mes más flamenco. Que no hay más que ver la semanita que llevamos.

Cada ocho diciembre desde 1947 las piedras de la Caleta reciben una capa extra de salitre. Serán las velas que soplas a la puerta de tu querida peña flamenca. Muchas felicidades, maestro.

Chano Lobato

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Cómo se me va a pasar a mí el cumple de CHANO LOBATO, prima, que no he faltaíto ni un año en lo que llevo aquí escribiendo.

Que sí, que ya sé que no se llamaba Chano, ni Sebastián, que ése era el nombre del padre. Que no se llamaba Lobato tampoco, que eso le venía por La Lobata, que era su… Yo qué sé, qué jartura.

Sarabia, fíjate tú que forma de llamarse un flamenco. Y todos los años igual, el jartible de las ENFERMÉRIDES, como decía un amigo de por aquí, puro y jondo.

Que si tenía un compás que no se podía aguantar. Que si tenía la sal y la flamencura de la calle Botica. Y también la de Sevilla, no te olvides de ponerlo. Que si era embustero con arte, que dominaba el arte del mangazo, del sablazo y del gañote.

Lo que tú quieras, pero casi se te pasa. El siete de diciembre de 1927, tal día nació. FELICIDADES, maestro.

José Monje, Camarón de la Isla

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Tal día como hoy nació José Monje Cruz, Camarón de la Isla. Era el cinco de diciembre de 1950. En una calle embarrada de nombre muy marinero, para más señas la del Carmen, del barrio de las Callejuelas, pegó su primer llanto el niño José, un querubín rubio de carita morena.

Cuentan sus paisanos que no hubo un chiquillo más guapo en toda la Isla de León, en San Fernando. Los gitanos se arremolinaban a la puerta de su casa para contemplar el fenómeno: un gitano dulce, signo de buena estrella.

Tan pequeño como un camarón, dijo Tío Joseíco, y Camarón se quedó. Era tío de su madre Juana y tío asímismo de la Perla de Cádiz, a quien, por cierto, también le puso su remoquete. No era malo tío Joseíco en poner nombres, no. El Camarón creció y creció hasta lo más grande, y se hizo artista para convertirse en un mito viviente. Hoy estará de fiesta celebrando su cumpleaños con todos los buenos, con su tita Perla y su mare Juana, su amigo Paco el de la Lucía… Ahí es nada.

La juerga

Dicen que allá arriba se juntan todos, donde quiera que vivan los soníos negros, entre el cuatro y el cinco de diciembre, dependiendo de cómo le coja el duende al Majareta. Y que la juerga se sabe más o menos cómo empieza, pero nunca a qué hora acaba.

José coge la guitarra del Niño Pérez, sonrisa abierta en los ojos, cigarro en boca. Cuentan que el Niño de Jerez se sigue bebiendo su pena negra por los rincones, y que solo acepta como regalo un buen galgo corredor o un par de gallos de raza. No me pidas que te cante hasta que despierte el alba, rubio. Recién llegado de allí abajo, otro Niño, el de Marchena, se hace cargo de la cuenta. El maestro de maestros siempre es el que paga.

Ignacio Ezpeleta

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No sería justo que dejáramos pasar de largo, eclipsado por las inmensas figuras del Niño Marchena y de Manuel Torre, el aniversario de la muerte del cantaor Ignacio Ezpeleta Madrugón IGNACIO EZPELETA, que lió el petate en su Cádiz natal y marchó para el otro mundo el 4 de diciembre de 1938, a los 69 años de edad.

Protagonista indiscutible de cualquier reunión en la que estuviera él presente, forma parte de una tradición intrínsecamente gaditana: la del cuenta-embustes, o personaje con gran afición a aliñar las tertulias e historias con hipérboles, fantasías y mentirijillas, con el solo fin de perseguir la gracia, el rizo más arriesgado del ingenio o el estallido de la risa. Diego Antúnez, Pericón de Cádiz, el Beni de Cádiz, Chano Lobato y, por supuesto, Ignacio Ezpeleta, forman el tronco más florido de esta tradición.

Ignacio ha pasado a la historia como uno de los mejores intérpretes de bulerías y de alegrías de Cádiz. También los que lo escucharon dijeron que bordaba el cante por soleá y por tangos. Su genio creador le llevó a patentar una forma de decir el cante, una escuela expresiva aún vigente y reconocible en Cádiz cuando el cantaor quiere «acordarse» de Ignacio Ezpeleta sobre el escenario.

Manuel Torre, el tronco negro del Faraón

EFEMÉRIDES FLAMENCAS

El cuatro de diciembre, tal día como hoy

El gran poeta de El Puerto de Santa María Rafael Alberti contaba de Manuel Torre que no sabía leer ni escribir, solo cantar. Pero eso sí, su conciencia de cantaor era perfecta. <<En el cante jondo, dijo el gitano, con las manos duras, de madera, sobre las rodillas, lo que hay que buscar siempre, hasta encontrarlo, es el tronco negro del Faraón>>.

Escribió Federico García Lorca en su Juego y teoría del duende que Manuel Torre era el hombre con mayor cultura en la sangre que había conocido. A la pregunta del poeta granadino acerca de la verdad de la existencia del duende, el Niño de Torres respondió: Todo lo que tiene sonidos negros tiene duende.

Manuel Soto Loreto o Leyton nació el cuatro de diciembre de 1880 en Jerez de la Frontera, en el número 21 de la calle Álamos del barrio de San Miguel.

Hoy es la fiesta grande del cante jondo. A la efeméride de Manuel Torre hay que sumar las de los fallecimientos de Pepe Marchena y de Ignacio Ezpeleta. La Junta de Andalucía podría tomar nota de esta fecha para próximas celebraciones del Día Internacional /Universal / Sideral del Flamenco, en lugar de elegir fechas arbitrarias que no significan nada en el inconsciente colectivo de los aficionados.

Como la del 16 de noviembre, que conmemora la declaración del flamenco como patrimonio de cualquier ser del universo que quiera venir a manipularlo como le venga en gana.

Honores al Niño Marchena

EFEMÉRIDES FLAMENCAS

Anotamos en nuestro almanaque la fecha del 4 de diciembre de 1976 para honrar la memoria de uno de los mayores genios creadores del cante flamenco, PEPE MARCHENA, que falleció en Sevilla aquel luctuoso día a la edad de 73 años.

Ocurrió en el hospital, el lugar más temido y odiado en las letras de tantas seguiriyas, y por esa malina y nunca nombrada enfermedad, que tantas veces siega a destiempo la vida de los mejores artistas. José Tejada Martín fue un personaje tan flamenco que cumplió con todos los tópicos aparejados a tal condición. Incluyendo el de terminar sus días pasando necesidad, a pesar de haber ganado más dinero cantando que nadie entre los de su profesión.

Nunca una primera figura del cante suscitó tantas pasiones, desde el desprecio y la animadversión por su figura y su manera de cantar, hasta el apoyo de una auténtica legión de seguidores que, después de más de cuatro décadas, idolatran al Niño Marchena por encima de cualquier otro artista flamenco. De su grandeza da fe su inmensa discografía, restaurada hace pocos años por la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Sevilla.

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