El cantaor trianero ha fallecido hoy a la edad de ochenta y dos años.
Francisco Fernández Ríos era por si mismo una rama del tronco flamenco, del tronco del faraón al que se refieren los cabales cuando les sabe la boca a sangre.
Nacido en el ventrículo izquierdo de la Cava de los Gitanos, Curro vio su primera luz del día, en la trianera calle Fabié, a pocos metros del Altozano. Allí mismo, en la acera de enfrente, otro niño de ocho años despertaba a los vecinos jugando a los toros por soleá de Triana. Le llamaban Naranjito de Triana. Hoy se habrán fundido los dos amigos en un abrazo.
Curro Fernández hizo bailar con su arte a los mejores artistas de tres décadas completas. Siendo familia de los Puya por línea paterna, la boda con su adorada Pepa Vargas, de los Vargas flamencos de Lebrija, fue todo un acontecimiento. La mismísima Pastora Imperio, la mejor bailaora de todos los tiempos, estuvo invitada al enlace. Dicen que llegó repartiendo mantones de manila entre las invitadas.
Hoy viernes ha fallecido a la edad de ochenta y dos años. Descanse en paz y un abrazo a toda su familia.
Foto: Paco Sánchez
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