EFEMÉRIDES FLAMENCAS

El 27 de abril de 1893, no ha llovío na, pegó su primer llanto don Rafael Ramos Antúnez, EL GLORIA. Lo hizo en Jerez de la Frontera, concretamente en la calle Nueva del barrio de Santiago.

Con tan solo dieciséis años se codeaba en los teatros de Sevilla con Vallejo, Cepero, Manuel Torre, Fernando el Herrero o el Cojo de Málaga. Al niño del Gloria le vino el apodo por ese villancico tan jerezano que popularizó fuera de su tierra, y que es hoy santo y seña en cualquier zambomba navideña: Gloria al recién nacío, Gloria.

Aunque el Niño Gloria dejó una discografía importante, dicen que sus grabaciones no podían resistir la comparación con su directo, sobre todo si su voz se proyectaba en el filo de una saeta desde un balcón cualquiera de la Madrugá sevillanas. También dicen los noveleros que la Macarena inauguró la costumbre de mecer los palios con una saeta del Gloria. A saber, pues ese honor se lo disputan varios fenómenos del cante.