Tengo una luna en mi casa,

no tengo que levantarme

para mirarla a la cara,

círculo mágico enorme

que cuelga de mi ventana,

madre, no quiero dormirme,

permíteme contemplarla,

dicen que tiene brillantes

los ojos de enamorada,

dicen que con la sombra

de la tierra proyectada

no eclipsará su figura,

que se pondrá colorada,

luna de sangre se vuelve,

será de tanto mirarla.