En tiempos de carestía y de hambre, es imposible resistirse ante la exquisitez de una soleá de Manolo Sanlúcar
Lo he intentado y no he podido. Me propuse no escuchar nada de flamenco durante el día de hoy. Una especie de huelga de hambre, que buena faltita me hace. Pero en lugar de con comida, con flamenco. No ha podido ser.
Ha sido en el telediario de la 1. La noticia de menos de dos minutos, cucha, prima: Aprovechando que hoy es el Día Internacional del Flamenco, mirad qué curiosidad, la nieta del mítico futbolista Zarra, fusionando el flamenco con el fútbol. Fin de la noticia.
Así que he ido corriendo a la cocina. He abierto la nevera. Y ahí estaba mi teléfono móvil, tan apetitoso, llenito de cante, de baile, de guitarra. Y he dicho, el veintiséis lo celebraré con Pastora, pero el día de hoy me voy a pegar un atracón de Manolo Sanlúcar.
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