EFEMÉRIDES FLAMENCAS
Tal día como hoy nació José Monje Cruz, Camarón de la Isla. Era el cinco de diciembre de 1950. En una calle embarrada de nombre muy marinero, para más señas la del Carmen, del barrio de las Callejuelas, pegó su primer llanto el niño José, un querubín rubio de carita morena.
Cuentan sus paisanos que no hubo un chiquillo más guapo en toda la Isla de León, en San Fernando. Los gitanos se arremolinaban a la puerta de su casa para contemplar el fenómeno: un gitano dulce, signo de buena estrella.
Tan pequeño como un camarón, dijo Tío Joseíco, y Camarón se quedó. Era tío de su madre Juana y tío asímismo de la Perla de Cádiz, a quien, por cierto, también le puso su remoquete. No era malo tío Joseíco en poner nombres, no. El Camarón creció y creció hasta lo más grande, y se hizo artista para convertirse en un mito viviente. Hoy estará de fiesta celebrando su cumpleaños con todos los buenos, con su tita Perla y su mare Juana, su amigo Paco el de la Lucía… Ahí es nada.
La juerga
Dicen que allá arriba se juntan todos, donde quiera que vivan los soníos negros, entre el cuatro y el cinco de diciembre, dependiendo de cómo le coja el duende al Majareta. Y que la juerga se sabe más o menos cómo empieza, pero nunca a qué hora acaba.
José coge la guitarra del Niño Pérez, sonrisa abierta en los ojos, cigarro en boca. Cuentan que el Niño de Jerez se sigue bebiendo su pena negra por los rincones, y que solo acepta como regalo un buen galgo corredor o un par de gallos de raza. No me pidas que te cante hasta que despierte el alba, rubio. Recién llegado de allí abajo, otro Niño, el de Marchena, se hace cargo de la cuenta. El maestro de maestros siempre es el que paga.
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